Teniendo en cuenta que la Organización Mundial de Comercio (OMC) fue creada en 1995 para facilitar acuerdos que beneficien a todos los países y a sus respectivas comunidades, como consta en su documento fundacional, la presidencia de esta próxima conferencia ministerial, que se celebrará en Buenos Aires, conducida por la ex canciller argentina Susana Malcorra, anticipó que ha trabajado en estos días previos para «construir consensos que posibiliten el perfeccionamiento de esa institución frente a la cambiante realidad del comercio y de la economía del siglo XXI».
La 11ª Conferencia Ministerial de la OMC, también conocida como 11CM, se desarrollará entre el 11 y el 14 del actual, junto con otros encuentros asociados, en distintos centros de la ciudad de Buenos Aires (ver recuadro).
La magnitud del acontecimiento, que por primera vez se desarrollará en un país sudamericano, dio lugar a una serie de encuentros preparatorios, en los cuales se hicieron adelantos sobre las expectativas y propuestas que traerán los negociadores de los 164 miembros que integran el organismo.
En la última de esas disertaciones, ofrecida en el Salón Dorado del Palacio San Martín, la ex jefa de Gabinete de la Secretaría General de las Naciones Unidas y ex canciller argentina Susana Malcorra, y el canciller argentino, Jorge Faurie, manifestaron su optimismo acerca de los resultados que se esperan, que varían entre «la concreción de algún acuerdo, avances en relaciones concretas y otros adelantos sobre hojas de ruta para abordar temas nuevos».
Faurie sostuvo que la Argentina promoverá un comercio con «reglas claras, transparentes y equitativas» para todos los países miembros de la OMC.
«Tenemos la voluntad de lograr el fortalecimiento del sistema multilateral de comercio y resultados positivos para el crecimiento inclusivo, el desarrollo y la creación de empleo en nuestro país. Frente a propuestas aislacionistas, nosotros decimos que es mejor impulsar más diálogo y concertación», destacó.
En tanto, Malcorra, quien presidirá la conferencia, ponderó el «esfuerzo» realizado, ya que visitó distintos países anticipándose a la cumbre para «atender todos los puntos de vista y perspectivas regionales, viendo sus prioridades y buscando el hilo conductor que permita perfeccionar y consolidar las instituciones del sistema mundial de comercio».
Indicios positivos
«En estos momentos la visión respecto del libre comercio está en una encrucijada y hay cuestionamientos», reconoció Malcorra, como los que provienen del perfil proteccionista al que ha virado Estados Unidos, opuesto a la apertura comercial de China, pero aseguró que el actual sistema de reglas «es perfectible y puede iniciarse un camino de aggiornamiento».
La diplomática sostuvo que el país norteamericano ha mostrado «indicios positivos» en cuanto a involucrarse en la negociación multilateral de la OMC, impulsando cambios en el régimen de solución de controversias del organismo. «Escuché que van a ser fuertes y duros, pero quieren un resultado positivo de la ministerial», afirmó.
La «impresión» de Malcorra es que se ha producido «una evolución en el entendimiento de los distintos miembros de la OMC, tendiendo a reconocer que un sistema de reglas es necesario. Creo que la primera condición que debiera surgir de Buenos Aires es este refuerzo de la idea de que la OMC es una organización absolutamente imprescindible para avanzar en la profundización del comercio en el siglo XXI».
«La reunión se da en un momento en el que la visión del comercio multilateral está en una encrucijada internacional», por las diferencias entre las grandes potencias y, en ese contexto, Malcorra destacó que la Argentina «tiene un rol de liderazgo, con una reconocida capacidad para construir puentes».
La agenda
A partir de los avances obtenidos en las ministeriales de Bali, Indonesia (2013), y Nairobi, Kenya (2015), se espera que la 11CM se enfoque en definir nuevas reglas en materia agrícola, industrial y de servicios, y que también pueda abordar temas que no se encuentran en la agenda (definida en la denominada Ronda Doha), como el comercio electrónico, la inserción de las pymes en el comercio mundial y las cadenas de producción que faciliten inversiones.
Como país anfitrión, la Argentina liderará las discusiones, si bien el canciller Faurie aclaró que la agenda no ha sido elaborada localmente, sino que «viene desarrollada desde Doha y en el trabajo cotidiano de la OMC».
No obstante, el país presentará «simultáneamente sus propios intereses, los cuales se encuentran relacionados, principalmente, con el sector agrícola y con la eliminación de los subsidios a la pesca».
Repetidamente, Malcorra previno que «hay vida después de Buenos Aires», para instalar la noción de que «más allá de lo que se plasme en la 11CM, los temas tendrán su proyección hacia adelante».
Mencionó que una de las negociaciones sobre el sector agrícola que podrían definirse con más posibilidades en esta ministerial es la de los stocks de alimentos con fines de seguridad alimentaria.
Faurie amplió sobre la posibilidad de que se fijen «algunas disciplinas adicionales que imiten los subsidios agrícolas y que haya una mayor liberalización del comercio», en un sector que cuenta con aranceles «cinco veces más elevados que los aplicados a los productos industriales».
Dentro del mismo rubro, Malcorra opinó: «No habrá una decisión en Buenos Aires respecto de las ayudas domésticas, pero sí un plan de trabajo; creemos que, eventualmente, se podrá lanzar una negociación específica».
En cuanto a la pesca, sostuvo que «la mayoría de los países le otorgan muchísima importancia a esta actividad, de la cual vive el 12 por ciento de la población mundial, y están preocupados por la sustentabilidad, los espacios marítimos, los sobreprecios en el sector y la pesca ilegal. Es un tema de enorme complejidad que no se resolverá ya, pero existe la voluntad de desarrollar una hoja de ruta, y no quedará sólo en eso, ya que la agenda de desarrollo sostenible 2030 de las Naciones Unidas prevé que para 2020 deberá estar resuelta una reglamentación eficaz para la explotación pesquera», recordó.
Temas nuevos
Para otras cuestiones que aguardan su espacio en la discusión de la próxima ministerial, por fuera de la agenda, Malcorra anticipó la posibilidad de que allí se generen grupos de trabajo y hojas de ruta, según el caso, que irán abordando. Uno es el de la inserción de las pequeñas y medianas empresas (pymes), que «despierta un interés enorme, pero sin haberse definido algo concreto».
Otro tema es el del comercio electrónico (e-commerce), que «está integrado en la agenda de distintos comités, pero visto desde ángulos muy fragmentados», dijo la diplomática, quien vislumbra la oportunidad de que en esta cumbre se genere un espacio desde donde trabajarlo en forma más integral.
Malcorra mencionó además que en la cumbre «habrá una declaración sobre el tema género, que es de mucho interés por su impacto económico», en cuanto en la OMC se considera «punto focal la oportunidad de tener empresas lideradas por mujeres en distintos rubros y que si se las privilegia esto puede significar una explosión de crecimiento del mercado internacional y de su PBI».
Señaló también que la facilitación de inversiones formará parte del trabajo posterior a la reunión de Buenos Aires.
Dijo que todos estos nuevos temas «están en la cocina» y que se busca «lograr una narrativa que conecte la normativa de la OMC en un escenario en el que la gente vea qué impacto tiene en su vida real. Por eso propiciamos una serie de eventos paralelos a la discusión entre países, con parlamentarios y empresarios, porque queremos ofrecer un discurso simple que nos sirva a todos».
Desde el gobierno nacional se destacó que la postulación del país para albergar la conferencia se inscribe, junto con la presidencia del G-20 en 2018 y el acercamiento a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entre las acciones más destacadas de su política exterior, enfocada en insertar a la Argentina en el mundo.
La apertura del MERCOSUR
El ministro de Producción, Francisco Cabrera, anticipó su expectativa sobre la posibilidad de «finalizar el tratado de libre comercio del Mercosur con la Unión Europea» en el marco de la 11CM, tema sobre el que expuso durante un seminario organizado para los periodistas de la región que cubrirán la ministerial de Buenos Aires. En el mismo ámbito, el especialista Marcelo Elizondo advirtió que aún hay países europeos que «tienen reservas» de arribar a un acuerdo con el Mercosur y opinó que si este llegara a concretarse «sería muy modesto y con un perfil más político», y consideró que «el modelo cerrado» del mercado sudamericano «está crujiendo y va a entrar en crisis. Por las buenas o por las malas -estimó- es probable que haya una apertura del Mercosur, acompañando un regionalismo abierto como el del Pacífico».
En tanto, el canciller Faurie precisó que el acuerdo de asociación Mercosur-Unión Europea se encuentra «en la parte final, que es la más difícil, porque han quedado temas delicados», y si bien no se espera que se concrete para esta cumbre Malcorra aventuró que «sí puede darse un acuerdo de tipo político que permita dar un mensaje fuerte» sobre la conveniencia del nuevo espacio.
Fuente: La Nación
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